"Doña Disparate y Bambuco" - Versión para Mateo - Medio Argentino de Teatro - Online


“Doña Disparate y Bambuco” una obra ideal para que adultos y niños disfruten juntos de ir al teatro.

En estos tiempos en que en los hogares habitan más pantallas que personas, “Doña Disparate y 
Bambuco”, la obra teatral de María Elena Walsh, se estrena en julio en el Teatro de la Biblioteca Mariño de la ciudad de Corrientes, como si fuera un grito de resistencia de La Imaginación.
Lo que nos provoca risa, emoción o angustia en una obra de arte varía con el tiempo y, a pesar de que el texto de María Elena Walsh fue concebido en 1963, hace más de medio siglo, su eficacia continúa intacta. ¿Y por qué? No solo porque es un clásico, sino también porque habla en el lenguaje de la infancia, con la imaginación, que no tiene tiempo ni geografía, y eso, entre otras cosas, hace que la obra entera de esta poeta argentina trascienda generaciones.

En el marco del homenaje a María Elena Walsh que se realizó en el teatro de la Biblioteca Mariño el año pasado, surge entre un grupo de teatreros correntinos la idea de montar esta obra. Es una comedia musical para toda la familia que narra con clásicos como “Manuelita”, la “Canción de tomar el té”, y muchos personajes queridos por todos, el viaje de Doña Disparate y Bambuco de Argentina hasta París buscando a la naranja. Dirigida por Marianela Iglesia, que acertadamente y siguiendo la línea que propone el texto dramático hace hincapié en la mirada de los niños. Una puesta en escena precisa, fiel al espíritu lúdico del texto dramático de María Elena y tan anclada en la fantasía, que no necesita la representación material del tranvía para iniciar el viaje porque lo imaginamos, igual que el barco que toman para llegar a París, porque si nos entregamos al encanto y la alegría de esta obra y su elenco, viajamos con ellos. La escenografía es poca y muy dinámica, es la justa y necesaria, como cuando los niños juegan y con poco crean infinidad de mundos posibles y sorprendentes.

Cuando todos se acomodan en sus asientos (y muchos niños en el piso), se apagan las luces de la sala y los músicos entran de a uno y, como disponiéndose a jugar, saludan y se van ubicando en ronda. Sin apuro, van llegando los demás personajes y comienza la magia intercalando juegos, con canciones y versos disparatados. La fusión entre músicos y actores está bien lograda, ya que los primeros se mantienen en escena durante toda la función cantando y sumándose, también, al juego escénico de los protagonistas.

Al pensar en un comentario sobre las actuaciones, sería interesante contar con un término en nuestro idioma castellano que permita asociar las palabras “juego” y “obra” (de teatro), como sí lo permite el inglés con la palabra play, que tiene ambos significados (Pavis, 1987). Ese juego de palabras (to play, a play) nos sería útil en este análisis ya que, en todos los aspectos de esta puesta en escena, el juego y lo lúdico laten fuerte.

Anne Ubersfeld dice en su libro El placer del espectador que uno de los elementos que producen placer en el teatro es ver en escena cómo se concretan situaciones “imposibles” en la realidad. En este sentido, los juegos de niños son una puesta en escena permanente porque su imaginación inocente (¿o ingenua?), sin preconceptos, no conoce esa barrera de lo imposible que los adultos muchas veces nos esforzamos, a través del arte, por franquear. Y tal vez Doña Disparate y Bambuco es placentera para los niños porque ellos son coproductores explícitos de la obra: participan disfrutando de tomar un exquisito té con mequeteques, y se divierten corriendo a la naranja, tanto como los actores y los músicos que la protagonizan. También es placentera para los adultos que los acompañamos si conseguimos pasar con ellos la barrera de lo imposible y jugar.
En todo sentido, la puesta entera es una invitación a jugar. Magia en escena para toda la familia.


Ficha técnico-artística

Actores: Ana Laura Pereyra Coimbra, Antonio Gómez, Rocío Guras
Músicos: 
Florencia Sandoval, Joa Sheridan Oviedo, Nadia Quintana
Dirección:
Marianela Iglesia
Asistente de Dirección:
Laura Quiñones
Diseño de Luces:
Tania Cura
Escenografía y Vestuario: 
Carlos Zalazar Guzmán
Funciones: 8 y 15 de julio a las 17:00 en el Teatro de la Biblioteca Mariño, Santa Fe 847, Corrientes. 20 de julio a las 17.00 en el Teatro de la Ciudad, Pasaje Villanueva 1470, Corrientes. La entrada general tendrá un valor de $100 (menores de 3 años sin cargo). 

Publicado el 12 de julio de 2017 en http://leemateo.com.ar/?p=2168


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