"Paredes infinitas". Una experiencia de escucha teatral telefónica.
“Paredes Infinitas” es una experiencia de escucha teatral telefónica que llevan adelante cuatro mujeres correntinas, juntas pero cada una desde su casa. La dramaturgia es de Laura Virgile y la dirección de Marianela Iglesia; actúan ellas dos, Rosario Ganora y Florencia Terraes.
La vida 2.0 nos hizo cambiar rotundamente nuestros modos de percepción; los estímulos visuales son permanentes, vivimos hiperconectados con decenas de ventanas y aplicaciones abiertas. Mantenemos conversaciones en paralelo, y paradójicamente, aunque los dispositivos de comunicación están pensados para consumos individuales casi perdimos la capacidad de atender un solo tema a la vez. Como si esos condimentos fueran poco, el 2020 le terminó de poner pimienta al asunto, y la pandemia nos extrema la conectividad. Hace poco, estaba cansada de tantas reuniones y actividades por Zoom y le hice un chiste malo y catártico a una amiga teatrista: “Si Calderón de la Barca hubiera sido Ray Bradbury, habría escrito ˋLa vida es zooeño´".
Tal vez, esa es una de las cosas que se extraña del ritual sagrado de ingresar a una sala teatral: apagar los celulares, dejar los estímulos visuales en dos dimensiones para conectarnos con este ser humano prehistórico que estimula enormemente su imaginación con poco.

Para la directora del proyecto: “lo que conmueve del teatro es que frente a la adversidad, se sigue apostando a lo colectivo”. Y así, casi como en un gesto de resistencia teatral, estas mujeres generaron una experiencia en la que se cumplen el requerimiento más básico para que el teatro exista: hay una actriz y un asistente (que en este caso es oyente). Si bien estas partes no comparten el espacio físico, comparten el canal comunicativo, y se genera el ENCUENTRO sincrónico.
Dos cosas especiales para destacar: la primera es que en un gesto cuasi retro, el canal de transmisión es el teléfono. Se usa el celular, claro -ya quedan pocos usuarios usando teléfono de línea-, pero se apela a llamada tradicional, y como si fuera un aparato con cable y receptor de llamadas, se marca desde un número anónimo. A los melancólicos les darán ganas de tener un teléfono de tubo con un cable enrulado para atender ese llamado mágico.
La segunda, es que cada llamado es único, como cualquier función de teatro y un poco más, porque las posibilidades que abre cada oyente en su participación son infinitas. Dice Anne Ubersfeld que el placer del espectador teatral está más en el hacer, que en el recibir; se produce placer al inventar, y en esta propuesta interactiva el juego activo está garantizado.
La actriz nos contará lo que escucha a través de una pared y lo que imagina; mientras la escuchamos, imaginamos nosotros también. Apagamos el sentido de la vista para activar 100% el del oído, y con él, la imaginación. Una experiencia casi paleontológica, y por supuesto imperdible.
Las funciones son los sábados de octubre y noviembre a las 19 hs, 19.30 hs y 20 hs. La entrada es individual, es una llamada telefónica de una actriz, para un solo oyente y se adquiere vía Alternativa Teatral o en el Instagram del proyecto.
Muy bueno, felicitaciones 💖
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